5 creencias limitantes que alimentan la dependencia emocional en pareja
¡Libérate de ellas antes del "sí, acepto"!
¡Felicidades! Estás a punto de dar un paso maravilloso e importante en tu vida: el matrimonio. Estos momentos están llenos de ilusión, sueños compartidos, y la promesa de una relación y amor que deseas que perduren para siempre. Por ello, esta decisión, debería siempre estar basada en un amor, sano, auténtico, maduro; acompañado de cimientos compartidos como la confianza, el respeto mutuo y la independencia emocional. Ya que, hay creencias limitantes que alimentan la dependencia emocional en pareja. ¿Cómo liberarte? Sigue leyendo.
Dependencia emocional en pareja
Queremos enfocarnos en esta última, pues es fundamental, porque la ausencia de dicha independencia puede manifestarse de diversas maneras. Por ejemplo, como una necesidad constante de validación, miedo al abandono, o la incapacidad de tomar decisiones importantes sin la aprobación de otra persona, lo que puede mermar tu amor propio y la relación con tu pareja.
Para iniciarnos en el tema, es importante reconocer las creencias limitantes y cómo afectan tu relación.
Las creencias limitantes son ideas fijas que adoptamos a lo largo de nuestra vida y que, como su nombre indica, limitan nuestro desarrollo y nuestras posibilidades de crecimiento. Por lo tanto, éstas, muchas veces inconscientes, se originan a partir de nuestras experiencias pasadas, la educación que recibimos, la cultura que nos rodea y nuestras relaciones más significativas.
Así que, en el ámbito de las relaciones de pareja, estas creencias pueden convertirse en auténticos grilletes que nos atan a dinámicas poco saludables y nos impiden disfrutar de una relación sana, equilibrada y plena. Por ello, queremos compartir contigo cinco de las creencias limitantes más comunes en este contexto, con el objetivo de ayudarte a identificarlas y así, poder liberarte de su peso.
Las creencias limitantes
1. “Mi felicidad depende de mi pareja”
Esta es una de las creencias más comunes y, a la vez, más limitantes. Ya que, cuando pensamos que nuestra felicidad depende de un otro, nos desconectamos de la única persona que realmente sabe lo que necesitamos: nosotras mismas.
Esta idea nos lleva a ignorar nuestras emociones, a evitar conocernos y a buscar respuestas fuera de nosotras. Como consecuencia, podemos perder nuestra identidad y experimentar una sensación de vacío cuando la otra persona, o la relación no cumple nuestras expectativas.
Además, esta creencia no sólo implica un gran reto para ti, sino también para tu pareja. Es más, imagínate el peso que representa esperar que una persona tenga las respuestas y soluciones para ambos. Nadie debería cargar con esa responsabilidad.
La verdadera felicidad comienza en el interior de cada uno y, desde ahí, se comparte. Por ello, es importante conocerte. Cuando te conoces, puedes decirle a otra persona lo que te gusta o no y creas un ambiente de colaboración y no de dependencia.
2. “Sin mi pareja no soy nada”
¿Alguna vez te has sentido así? Si tu respuesta es afirmativa, te invitamos a tomarte un momento para reflexionar sobre lo siguiente. Claro está que no te conocemos personalmente, pero sabemos algo muy importante sobre ti: eres única, especial y digna de expresarse, de compartir tus pensamientos y emociones.
No hay nadie en el mundo como tú, y sólo por eso, ya eres una joya invaluable.
Ahora, volviendo a esa idea; cuando creemos que sin nuestra pareja no somos nada, corremos el riesgo de anularnos a nosotras mismas. Ya que, olvidamos nuestras metas, intereses y fortalezas, e incluso perdemos de vista todo lo que podemos aportar a una relación. Además, esta creencia no solo disminuye nuestra autoestima, sino que también coloca una carga innecesaria sobre nuestra pareja, al esperar que sea la fuente de nuestro propósito y significado.
En una relación madura, este desafío puede enfrentarse a través de conversaciones sinceras, ejercicios para fortalecer la autonomía emocional e incluso con ayuda profesional, como terapia. Sin embargo, si esta creencia se lleva al extremo, puede derivar en comportamientos controladores y en una necesidad constante de aprobación, que dañan la relación y nos alejan de nuestra mejor versión.
3. “Mi pareja debe completarme”
Durante mucho tiempo, se nos ha inculcado, de manera consciente e inconsciente, la idea de que nuestras parejas están destinadas a completarnos, como si fuéramos una obra inacabada del universo. No obstante, te invitamos a reflexionar sobre algo fundamental: nadie puede completarte.
Tú eres una obra maestra en constante desarrollo, y sólo tú tienes el poder de completar el lienzo de tu vida. Sin duda, tu pareja será una influencia importante en este proceso, pero no la única, ni la que tiene la responsabilidad de llenar cualquier vacío que puedas sentir.
Si experimentas un vacío interno, este requerirá mucho más que una relación para llenarlo: requerirá autoconocimiento, amor propio y un compromiso contigo misma. Así que, nadie, absolutamente nadie, puede hacernos felices por completo. Por lo tanto, la felicidad es un estado interno, una elección que cultivamos desde nuestro interior y que compartimos con quienes amamos.
4. “No necesito nada más que amor”
El amor es, sin duda, una energía poderosa y un sentimiento profundamente hermoso y fundamental, pero no un pase mágico que resuelve conflictos ni sana heridas por sí solo. Por consiguiente, es una base que debe complementarse con el esfuerzo diario de dos personas que eligen cuidarse, apoyarse y crecer juntas.
Una relación sólida requiere compromiso, respeto mutuo, comunicación honesta y un esfuerzo constante por parte de ambas partes. Ya que, el amor debe ser parte de dicha escena, pero para que una relación prospere, es imprescindible construir acuerdos, afrontar las diferencias con empatía y cultivar una conexión emocional que trascienda el simple enamoramiento.
5. “Si nos amamos, todo debería ser fácil”
El amor es un pilar fundamental en cualquier relación, pero creer que el amor por sí solo elimina los retos o las diferencias es una idea idealizada que puede llevar a desilusiones. De hecho, todas las relaciones, incluso las más sólidas, enfrentan momentos difíciles. Por ejemplo, las diferencias de personalidad, los problemas externos y las etapas de crecimiento personal y conjunto son inevitables.
Pensar que “todo debería ser fácil” puede hacer que interpretemos los conflictos como señales de que algo anda mal en la relación, cuando en realidad son oportunidades para crecer juntos. Es más, el amor verdadero no elimina los desafíos, pero sí brinda la motivación y el compromiso necesarios para enfrentarlos con respeto, empatía y disposición al diálogo.
¿Cómo superar estas creencias limitantes?
- Reconócelas: El primer paso para superar una creencia limitante es reconocer que existe. Observa tus pensamientos y sentimientos para identificar aquellas que te están limitando.
- Cuestiónalas: Una vez que las hayas identificado, comienza a cuestionarlas. ¿Son realmente ciertas? ¿Hay alguna evidencia que las respalde?
- Reemplaza las creencias limitantes por afirmaciones: Sustitúyelas por afirmaciones positivas que te empoderen y te ayuden a construir una relación más sana. Por ejemplo, en lugar de pensar “sin mi pareja no soy nada”, puedes decir “soy una persona valiosa, capaz de alcanzar mis metas y de contribuir de gran manera en mi matrimonio”.
- Trabaja en tu autoestima: Una autoestima saludable es fundamental para mantener una relación sana y equilibrada. Dedica tiempo a conocerte a ti misma, a descubrir tus fortalezas y a aceptar tus debilidades.
- Busca apoyo: Hablar con un terapeuta o con un amiga o amigo de confianza puede ayudarte a comprender mejor tus emociones y a encontrar nuevas perspectivas.
Consejos para ti y tu pareja:
- Conócete: ¿Sabes verdaderamente qué te hace feliz? ¿Puedes verbalizarlo? Mientras más te conozcas mejor le podrás indicar a tu pareja que te hace feliz (y viceversa).
- Cultiva tus intereses: Dedica tiempo a tus hobbies y a tus amistades. Ya que, esto te permitirá mantener tu propia identidad, sentirte más segura de ti misma y conocerte más y más cada día.
- Aprende a comunicarte de manera efectiva: La comunicación es clave para cualquier relación. Por lo tanto, aprende a expresar tus necesidades y tus sentimientos de manera clara y asertiva.
- Establece límites saludables: Es importante que establezcas límites claros en tu relación. Sobre todo, esto te permitirá proteger tu bienestar emocional y evitar que te sientas sobrepasada.
- Disfruta del presente: ¡No te obsesiones con el futuro! Goza de cada momento que pasas con tu pareja y construye una relación sólida y duradera.
Recuerda que superar la dependencia emocional es un proceso que requiere tiempo, paciencia y dedicación. En nuestro libro The Orchid: El código secreto de las Diosas modernas encontrarás herramientas prácticas y profundas para reconectar contigo misma, conocerte mejor y descubrir el mayor amor de todos: el amor propio.
Cuando cultivas ese amor interno, no sólo transformas tu relación contigo misma, sino que también le das un nuevo significado al amor en pareja, haciéndolo más auténtico, especial y libre.
¡El viaje hacia el amor verdadero siempre comienza en tu interior!
Con mucho amor, Rocío y Angel
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