Qué son las mojigangas y por qué se usan en las bodas tradicionales de México

Conoce a estos ‘gigantes’ llenos de vida que transforman las calles mexicanas en el escenario perfecto para celebrar el amor.
Si te preguntas qué son las mojigangas, la respuesta va mucho más allá de los enormes muñecos que alegran fiestas y desfiles en México. Estas figuras monumentales forman parte de una tradición con raíces europeas que, al llegar a nuestro país, se transformó en una expresión festiva llena de folclore, música y alegría.

Origen de las mojigangas
El término “mojiganga” proviene de un estilo de teatro burlesco y satírico de España. Durante la Edad Media, se utilizaban gigantes y entremeses para acompañar procesiones religiosas y celebraciones populares. Luego, con la llegada de los españoles al Nuevo Mundo en el siglo XVI, esta práctica se mezcló con elementos prehispánicos y africanos, dando lugar a las figuras únicas que hoy conocemos como mojigangas.
Con el tiempo, estas marionetas gigantes encontraron su lugar en fiestas patronales, carnavales y celebraciones comunitarias, no solo en México, sino también en otras partes de Latinoamérica.

Del mismo modo, existen los ‘gigantes’ de Douai en Francia o las imponentes marionetas de los festivales de Dussehra en la India. Incluso, en España hoy en día sigue una fuerte la tradición, por ejemplo, La Pamplonada, que siempre incluye el Desfile de los Gigantes.
Por lo tanto, la mojiganga pertenece a un fenómeno universal de creación humana, de creer que hay algo más grande y con más fuerza que nosotros y la vida misma: desde el gigante que protege hasta el que asusta. De hecho, el Círculo Internacional de los Amigos de los Gigantes (CIAG), en Madrid, ha documentado la existencia de figuras gigantes en más de 110 países.

¿Cómo son las mojigangas?
Aunque a simple vista solo podrían parecer muñecos enormes, en su materialización son más parecidas a las piñatas y hay variedad de tipos, los más comunes son: los gigantes y los cabezones, este último se caracteriza por no tener cuerpo, sino como su nombre lo dice, solo es una cabeza muy vistosa.

Así que, las mojigangas más populares y grandes, se elaboran con estructuras de carrizo o madera, recubiertas con cartonería (una técnica tradicional de papel maché) y son pintadas a mano. También, suelen medir entre 2 y 6 metros de altura por sí solas, pero la final depende de quién la lleve, y una vez terminadas, con todo y vestimenta, pueden pesar de 12 a 15 kilos.
Para usarla, un bailarín se coloca dentro de la estructura, la cual se sostiene con un arnés, y su peso descansa sobre los hombros, mientras solo se asoma por debajo las piernas y los pies. De esta forma le da movimiento con todo el cuerpo, logrando que los brazos, el cabello o la ropa de la mojiganga se balanceen al ritmo de la música. Pero a diferencia de otras marionetas, no utilizan varillas ni cuerdas: la magia ocurre gracias al talento y resistencia de quien la porta.

Personajes y funciones
Las mojigangas pueden representar una amplia variedad de personajes:
- Figuras históricas o religiosas.
- Personajes de la vida cotidiana.
- Novios caricaturizados en el contexto de las bodas.
- Políticos o celebridades, muchas veces en tono satírico.
- Catrinas y Catrines para el Día de Muertos.
Su propósito principal es llevar alegría, pero también pueden rendir homenaje a patronos o personajes significativos de las comunidades, así como al anfitrión de un evento.

Mojigangas en bodas tradicionales mexicanas
En ciudades como San Miguel de Allende, Guanajuato Capital, o estados como Zacatecas, Querétaro, Coahuila y Oaxaca, las mojigangas se han convertido en un elemento imprescindible de las nupcias tradicionales. Es más, estos muñecos representan a los novios en versiones gigantes y caricaturescas, incluso, si así lo desean con sus características físicas y estilo.
Sin embargo, el verdadero espectáculo es cuando las dos enormes figuras encabezan la callejoneada para boda, acompañadas por una estudiantina, mariachi o banda, además de un torbellino de risas, cantos y tequila. Simplemente, es una experiencia única, surrealista y muy divertida.

Su magnífica presencia simboliza abundancia, unión y buena fortuna para los recién casados. Además, invitan a familiares, amigos y hasta a transeúntes a unirse al festejo, convirtiendo el matrimonio en un acto comunitario lleno de música, baile y complicidad.
También, podríamos decir que son un recordatorio de que la vida en pareja debe estar marcada por la alegría y el sentido del humor, ¡al igual que las mojigangas!

Usos en otras celebraciones
Más allá de las bodas, las mojigangas están presentes en carnavales, fiestas patronales, ferias populares y ahora, hasta desfiles. Por ejemplo, en lugares como Pátzcuaro o durante las festividades religiosas en Guanajuato, llenan las calles de color y risas, ambientando cada evento con su imponente presencia.

Dónde ver mojigangas en México
- San Miguel de Allende, Guanajuato: probablemente el lugar más emblemático para disfrutarlas en bodas y callejoneadas.
- Pátzcuaro, Michoacán: donde las mojigangas acompañan procesiones y fiestas patronales.
- Museo Nacional de Culturas Populares (CDMX): exhibe una colección representativa de estas figuras.
- Comunidades de todo México: en distintas fiestas locales, donde siguen vivas como parte de la tradición popular.
El verdadero significado de las mojigangas
Más que simples muñecos gigantes, las mojigangas son un legado cultural que combina sátira, comunidad y celebración. Incluso, simboliza diversión y libertad, recordándonos que en medio de la fiesta también cabe la risa, la crítica y el colorido de nuestras raíces. Además de la capacidad del pueblo mexicano de transformar la tradición en un espectáculo lleno de vida y alegría.

Así que la próxima vez que te preguntes qué son las mojigangas, recuerda que no solo son parte de un desfile: en una boda mexicana, también simbolizan alegría, unión y el deseo de un futuro compartido lleno de amor y fiesta.
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