¿Sabes qué es el ‘penis captivus’? La historia de terror que se vuelve realidad

Aunque no lo creas esto le puede pasar a los hombres… Entonces, ¿cómo escapar de la vagina?
Imagínatelo: estás en el calor de la pasión, todo va de maravilla y, de repente, el hombre se queda atrapado. De hecho, con esto no nos referimos a quedarse atrapado en el cabello o en la ropa, sino a algo tan raro que desearías que fuera un mito. El penis captivus es una afección en la que el pene se queda atascado dentro de la vagina, incapaz de realizar ninguna acción, especialmente salir. ¿Suena a una historia de terror no?
Aunque es posible que hayas oído hablar que esto les ocurre a los perros, en raras ocasiones también puede pasarle a los humanos. Pero, que no cunda el pánico. te compartimos todo lo que necesitas saber sobre el cautiverio del pene y cómo “escapar” si alguna vez ocurre en tus sesiones bajo las sábanas.
¿Qué es exactamente el penis captivus?
El penis captivus (cautiverio del pene) se produce cuando los músculos vaginales se contraen repentinamente con tanta fuerza alrededor del pene erecto durante las relaciones sexuales que resulta imposible moverlo o sacarlo.
De este modo, los músculos pélvicos se contraen y bloquean a su miembro, dejando a la pareja atrapada en una situación tan extraña como incómoda. Por esa razón, este fenómeno se asocia a veces con el vaginismo, una afección que consiste en espasmos involuntarios de los músculos vaginales que hacen que la penetración sea dolorosa o imposible.
¿La buena noticia? El penis captivus suele durar muy poco y, con un poco de paciencia (y mucha respiración profunda), la situación suele resolverse por sí sola en cuestión de minutos.

¿Por qué se produce?
Durante la excitación sexual, el pene se llena de sangre y se pone erecto, mientras que los músculos vaginales se contraen rítmicamente durante el orgasmo. Así que, en raras ocasiones, estas contracciones pueden ser tan fuertes que aprisionan el miembro, imposibilitando su retirada hasta que los músculos se relajan de forma natural.
Tras el orgasmo, los músculos vaginales suelen empezar a relajarse y, a medida que el miembro pierde su erección, la separación se hace más fácil. Por ello, la mayoría de los casos se resuelven en cuestión de minutos, a medida que los músculos se relajan y el pene se deshincha.
De hecho, factores como las diferencias anatómicas, la lubricación o los problemas de control muscular pueden contribuir a que esto ocurra en raras ocasiones. Así que, se recomienda mantener la calma y dejar que los músculos se relajen de forma natural.
Sin embargo, aunque el penis captivus es objeto de debate y carece de documentación médica moderna sustancial, en general se considera un fenómeno temporal que sólo causa molestias a corto plazo.
¿Cómo “escapar”?
Ante todo, no se dejen llevar por el miedo. Puede que tu primer instinto sea entrar en pánico si ocurre el penis captivus, pero, en realidad esto empeoraría la situación.
Asimismo, intentar sacar el pene con fuerza podría dañar a ambos miembros de la pareja y agravar la situación, ya que, es similar a estar atrapado en arenas movedizas; luchar sólo lo empeora. Por lo tanto, en lugar de eso, relájense, respiren hondo y tranquilícense mutuamente. Mantener la calma permitirá que los músculos vaginales se relajen, y el pene se deshinchará de forma natural, lo que les permitirá separarse.
No obstante, si el problema persiste a pesar de sus esfuerzos por relajarse, deben buscar ayuda médica. De este modo, un profesional sanitario puede administrarte un relajante muscular para aliviar las contracciones.
Por ello, te recomendamos que utilices un lubricante personal para minimizar la probabilidad de que esto ocurra. Además, la lubricación reduce la fricción y disminuye el riesgo de que los músculos vaginales se contraigan demasiado. También, otro consejo útil es mantener un ambiente relajado. Si pueden, intenten hacer una broma de la situación para ayudar a reducir la tensión y la excitación.

El humor dentro de la historia de terror
Seamos sinceros, el penis captivus es probablemente aterrador en ese momento, pero una vez que te liberas, es bastante divertido. Imagínate contárselo a tus amigos después de unas copas. Por lo tanto, un poco de risa puede ayudar mucho a resolver la situación mucho más rápido.
Ahora ya saben que si alguna vez se quedan atrapados, siempre hay una salida. Por consecuencia, el penis captivus es una enfermedad muy poco frecuente y un poco aterradora de la que no sabían que tenían que preocuparse, y lo más probable es que nunca lo hagan.
Aunque se trata de una rareza médica, también nos recuerda las cosas increíbles (y a veces impredecibles) que puede hacer nuestro cuerpo. Es más, si ocurre, suele durar sólo unos segundos o minutos. Así que, si alguna vez se encuentran en esta difícil situación, recuerden mantener la calma, respirar e incluso reírse. Por ello, lo más probable es que se liberen enseguida y tengan una historia increíble que contar.
Con información e imágenes de LELO.
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