Cómo planear una boda gay
Como en cualquier boda, lo importante es que se vea reflejada la personalidad de la pareja.
Un enlace homosexual no tiene por qué ser un problema. Aunque sí existen algunas diferencias, como en cualquier ceremonia, lo importante es que impere la personalidad de la pareja.
Mi amigo Mike decidió abandonar el club de los solteros hace un par de años. Estaba resuelto pues había encontrado al amor de su vida. En su caso no había anillos ni propuestas inesperadas, David y él lo habían hablado muchas veces y era un tema complicado.
“David y yo estamos juntos desde hace ocho años, casi desde que me vine a vivir a México. A su familia le costó mucho trabajo porque son muy tradicionales, sin embargo, poco a poco se han ido adaptando y ahora me aceptan como parte del clan, aunque no fue nada sencillo”, me cuenta Michael, oriundo de Portland, Estados Unidos, quien vino a nuestro país por una oportunidad laboral.
Ambos me permitieron contar su historia porque, a pesar de que desde 2010 las leyes del Distrito Federal permiten el matrimonio entre personas del mismo sexo, todavía ponderan algunos tabúes y mitos al respecto.
“Mike y yo teníamos un compromiso antes de que se aprobaran legalmente las bodas homo, realmente uno puede formar una fuertísima relación sin necesidad de un papel, pero es importante que exista la posibilidad para todas las personas sin importar sus preferencias”, me cuenta David mientras me enseña orgulloso las fotografías de su gran día.
“Existe la idea preconcebida de que en las celebraciones entre parejas del mismo sexo todo debe ser cursi e incluso exagerado, desde esmóquines de colores azul y rosa pastel, hasta mariposas colgando del techo; ambos queríamos una celebración elegante y sofisticada en la que pudiéramos compartir con nuestros amigos y familiares, así de simple y especial al mismo tiempo”, confiesa David.
Algunos obstáculos
Aunque hay muchos avances respecto a la igualdad en este sentido, según Mike y David todavía hay muchos prejuicios contra los que las parejas gay, ya sean hombres o mujeres, se enfrentan…lo mejor es estar preparados. Al inicio, ellos querían hacer todo por su cuenta, pero después aceptaron la ayuda de una wedding planner para evitar inconvenientes.
Ella les recomendó un banquetero de confianza que había servido en eventos similares, a ellos les pareció buena opción porque no querían que el tema se tratara con morbo.
Este es uno de los puntos en los que la pareja recomienda enfatizar, “aunque quizá no lo dirán abiertamente, hay personas a las que el tema les cuesta trabajo, por eso, busquen proveedores que les den un buen trato y para quienes no sea una complicación, háganse la vida fácil”, aconseja Mike quien no puede evitar ver las cosas de manera práctica. Lo mismo aplica para el recinto, “si se van a la zona más conservadora de la ciudad, o se casan en el estado más tradicional de México, se sentirán incómodos.
Nosotros decidimos hacerlo en el Hotel W, porque nos gusta el ambiente trendy con toques urbanos, pero una playa también es una gran opción para que todos los invitados estén a sus anchas”, recomienda David.
Lo mismo deben hacer con la luna de miel, elijan hoteles gay-friendly, vayan a destinos o cruceros especializados y hospédense en los barrios gay de las ciudades. “En la luna de miel uno no desea ser recatado ni estar al pendiente de susceptibilidades ajenas, evítense malos ratos, no quieran cambiar al mundo en dos días y dedíquense a disfrutarse como pareja”, advierten ambos.
Algunas diferencias con bodas hetero
Aunque odiamos hacer falsas generalizaciones, nuestra investigación nos llevó a algunas conclusiones sobre las diferencias que existen entre una boda homo y una “buga”. Aquí enlistamos algunas:
– Las bodas gay son un poco más pequeñas, casi nunca superan los 150 invitados. Esto porque son los novios o novias quienes las pagan.
– Las parejas del mismo sexo suelen preocuparse mucho por la decoración y la alta gastronomía; como invitan menos personas, estos detalles resultan más costeables.
– El 99 por ciento de las parejas del mismo sexo que deciden contraer nupcias han vivido juntos con anterioridad.
– Las personas homosexuales contraen matrimonio ya muy entrados en los 30 e incluso los 40 años.
– Las familias de los implicados se involucran menos al tratarse de una boda homosexual.
Celebraciones especiales
Si bien algunas personas están conformes con que un juez del Registro Civil sea el portavoz de la nueva vida que comienzan, algunas parejas necesitan un ritual especial para sellar su amor.
Aquí algunas opciones ideales para parejas gay:
Ceremonia de la luz
Necesitarán tres velas, dos del mismo tamaño y una tercera un poquito más grande tipo cirio. Impriman su estilo y personalícenlas con sus nombres o iniciales. El ritual está enfocado en que los novios unan sus luces para encender una flama única y superior que simboliza el inicio de un nuevo hogar.
Ceremonia maya
En esta celebración simbólica se recuperan nuestras tradiciones y raíces prehispánicas. La dirige un chamán y se habla en esta lengua regional. El rito se acompaña con copal o resina sagrada y el sonido de un caracol. El chamán dirige oraciones a los cuatro puntos cardinales y luego se realiza un intercambio de ofrendas por la pareja. Se trata de una ceremonia muy espiritual que quedará en sus corazones para siempre.
Ceremonia del agua
Este acto se parece al de la luz, sólo que para este caso requerirán dos recipientes de cristal del mismo tamaño y un tercero más grande. Añadan agua con colorante de diferente tono en los dos recipientes chicos.
El rito consiste en que los novios vacíen a la vez el agua en el recipiente grande como símbolo de consolidación de su amor. Pueden escribir qué significa para ustedes esta unión, así como las promesas o votos que quieran hacerse y leerlos antes de verter el agua en el receptáculo en común.