¿Por qué mordemos a la persona que amamos? El fenómeno de la ‘Agresión tierna’
Este curioso fenómeno se llama “agresión tierna” y aquí te decimos porqué ocurre.
Todos hemos sentido el deseo incontrolable de encajarle los dientes a alguien, en especial si ese alguien es la persona que amamos. Este curioso fenómeno se llama “agresión tierna” y aquí te decimos porqué ocurre.
La tentación de morder a tu pareja en el hombro, el brazo o la mejilla es completamente normal. Todos hemos experimentado este impulso en medio de una sesión intensa de besos o en pleno juego sensual ¿beso con mordida?, incluso es algo que puede pasar ‘de la nada’, cuando están caminando por la calle o solo platicando.
Según investigadores de la Universidad de Yale, este comportamiento típico entre las personas que se aman se llama ‘agresión tierna‘. Además, tiene como propósito controlar las emociones que solemos expresar de maneras extrañas. Pasa cuando no puedes controlar lo que estás sintiendo o no sabes cómo reaccionar porque el sentimiento te sobrepasa. Como cuando lloras de orgullo o de alegría.
¿Qué es la agresión tierna?
Cuando amamos, nuestro cerebro librera ciertos químicos (oxitocina, dopamina y serotonina), los cuales despiertan la necesidad de abrazar, besar, ¡y de morder! Desde un punto de vista lógico, esta ‘agresión tierna’ es necesaria para recuperar el equilibrio de tus emociones. Significa que esa persona te vuelve loca y la muerdes cuando ya no puedes contener tu amor. Sí, es más bonito que grotesco.
La investigadora en jefe, Oriana Aragón, afirma que “a veces expresamos nuestros sentimientos de formas inesperadas, que a simple vista mostrarían todo lo contrario a lo que sentimos, y eso, aparentemente nos ayuda a guardar el balance emocional interior”.
Este fenómeno no solo se da entre parejas, también los bebés y niños pequeños nos provocan tanta ternura que dan ganas de ‘comérselos’, por decirlo de algún modo. De hecho, está demostrado que el olor natural de los pequeños es tan agradable para las personas que el cerebro reacciona como si se tratara de una comida muy sabrosa.
La próxima vez que quieras morder a tu pareja no te frenes, ¡solo hazlo! No es nada malo ni representa una agresión. Al contrario, le estás demostrando desde tu parte más animal e inconsciente cuánto lo amas.