Errores a evitar al comprar los zapatos de novia
Si quieres lucir y no sufrir con tus zapatos, sigue estos consejos al pie de la letra.
Todas tenemos nuestro pequeño “talón de Aquiles”. Para algunas es el vestido o el banquete, mientras que muchas sufren con el calzado. Es que elegirlos no es tan fácil como parece. Por ello, muchas mujeres se equivocan y la pagan caro en el día de su boda. Para que a ti no te suceda te decimos los errores a evitar al comprar los zapatos de novia.
“Entre más altos, mejor me veré”
Sí y no. Los zapatos altos tienen la peculiaridad de hacer maravillas por tu postura, ya que automáticamente al usarlos sumes el estómago, y sacas el trasero y el pecho. No obstante, nada es gratis en esta vida y si no estás acostumbrada a ellos, el dolor que tendrás a la media hora es horrible. Piensa que en ocasiones es mejor ir poco a poco y que la comodidad vale oro.
Forzosamente tienen que ser blancos
No necesariamente. La tradición indica que la novia va de blanco, incluyendo el ajuar nupcial y los zapatos. Sin embargo, actualmente no es una regla que hay que seguir al pie de la letra. Los zapatos de novia azules o de colores se han convertido en los favoritos de muchas en el mundo. Inténtalo, el resultado podría sorprenderte.
Entre más caro, mejor será el zapato
Si bien precio y calidad generalmente van de la mano, no es una regla tajante. Aunque todas queramos tener unos Jimmy Choo, Chanel o Christian Louboutin para el día de nuestra boda, no siempre es posible. También hay zapatillas maravillosas y bastante asequibles. No te desesperes, la clave está en tener paciencia para buscar algo increíble y que se acomode a tu presupuesto.
No usarlos antes por querer “estrenar” en el gran día
Esto es lo peor que cualquier novia puede hacer. En ocasiones los zapatos se sienten cómodos, livianos, y fáciles de manejar cuando te los pruebas en la tienda, pero después se vuelven una total pesadilla. Lo mejor será que los uses y amoldes antes de la boda. Te sugerimos que los lleves por varios días y camines con ellos por tu casa, para que así estés 100 por ciento segura que son los indicados.
Verte tan alta que sobrepases al novio
El amor no distingue sexo, raza, religión ni estatura… Para las novias altas que buscan no opacar a su prometido lo mejor será reservarse esos centímetros de más.
Dejarte llevar solo por el diseño
Lo sabemos, es tan difícil no enamorarte de ese par que simplemente te robaron el corazón. Pero, desgraciadamente para tu boda el diseño no es el único aspecto que debes tomar en cuenta. Por ejemplo, la comodidad, el lugar del enlace o el presupuesto. Trata de calmar esas mariposas en el estómago y evalúa cuidadosamente si ese calzado es el ideal.
No tener un presupuesto
Ligado al punto anterior, no tener un presupuesto asignado es igual de peligroso que dejarse llevar impulsivamente. Como cuando fuiste en busca de tu vestido de novia, sabías cuánto dinero iba a ser destinado a este, lo mismo tendrá que ser con tus zapatos. No pierdas los pies del piso solo por no hacer las cosas bien desde un principio.
Comprarlos aunque no sean de tu talla
¿De verdad hay que explicarlo? ¡Eso NO se hace! Pobres de tus pies, los someterás a una tortura que nadie se merece el día de tu boda.
No elegir los zapatos según el tipo de boda
Aunque las reglas sean para romperse, la verdad es que en los zapatos (por comodidad) se deben respetar. Por ejemplo, si tu boda es en la playa o en un jardín por nada del mundo lleves tacón de aguja, vas a estar incómoda y todo el tiempo se va a clavar en el pasto o la arena. En cambio, unas sandalias, tacón de cuña o plataformas serían las más adecuadas.
Pensar que “no se van a ver”
Un error muy común es dejarlos al último porque “no se van a ver” por la falda larga. Piensa que cada vez que subas un escalón, te levantes el vestido o bailes se verá a todo color tu calzado.
No tener un plan B
Muchas novias piensan que cambiarse los zapatos es sinónimo de perder el glamur. Eso es totalmente falso, la comodidad y el estilo no están peleados. Hoy en día hay infinidad de opciones para que luzcas y te sientas increíble al mismo tiempo. Busca un segundo par para poder bailar y seguir la fiesta, también por si llega a ocurrir un inconveniente con tus zapatillas. Recuerda, mujer precavida, vale por dos.
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