¿Quién es ‘La Catrina’? Datos curiosos del Día de Muertos
El Día de Muertos es una celebración mexicana de origen prehispánico en la que cada 1 y 2 de noviembre se honra a los difuntos. Te invitamos a conocer algunos datos curiosos sobre esta tradición milenaria.
El Día de Muertos es una de las celebraciones más importantes en México. Desde la época prehispánica, cada 1 y 2 de noviembre los mexicanos se reúnen a honrar a sus difuntos, y ahora lo hacemos con figuras icónicas como ‘La Catrina’.
Estudios históricos y antropológicos han permitido constatar que las celebraciones dedicadas a los muertos, no solo comparten una antigua práctica ceremonial en la que conviven la tradición católica y la precolombina, sino también manifestaciones que se sustentan en la pluralidad étnica y cultural del país.
A pesar de lo milenaria que pueda ser la tradición, todavía se desconocen algunos datos curiosos. Por ello, nos dimos a la tarea de recopilar algunos y que a continuación te compartimos.
1. ¿Quién es La Catrina?
La Catrina, originalmente llamada La Calavera Garbancera, es una figura creada por José Guadalupe Posada y bautizada por el muralista Diego Rivera.
José Guadalupe Posada fue el primero en utilizar este emblemático personaje, en su famoso grabado “La Calavera Garbancera”, para criticar a los llamados garbanceros, personas de sangre indígena que pretendían ser europeos.
Años después, Diego Rivera creó la imagen de La Catrina como la conocemos en la actualidad.
Con este peculiar personaje, el también muralista hacía una crítica a la aristocracia mexicana. La primera aparición de La Catrina fue en el mural “Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central”.
2. La ofrenda para los fieles difuntos
De acuerdo con el calendario prehispánico, cada deidad patrocinaba un espacio de tiempo determinado. Las ofrendas pertenecientes a Mictlantecuchtli, señor de los muertos, coincidían con el mes de noviembre en el calendario gregoriano. Los españoles, en su misión por institucionalizar el cristianismo en tierras mesoamericanas, decidieron empatar ambas visiones, engendrando un sincretismo muy complejo que dio vida a algunas fiestas como las del Día de Muertos.
Es por esta mezcla cultural que hoy no se puede imaginar una ofrenda sin una cruz, la foto del difunto y flores de cempasúchil.
La tradición señala que el altar comienza a montarse desde el 30 o 31 de octubre y permanece hasta el 2 o 3 de noviembre dependiendo la región de México.
3. La historia detrás del pan de muerto
Su origen se remonta a la época prehispánica, desde entonces se utiliza para las ofrendas solo que se preparaba con semillas de amaranto molidas, tostadas y se cuenta que se bañaba con sangre de las personas sacrificadas en honor a los dioses Izcoxauhqui o Huehuetéotl.
Esta clase de pan de muerto se dejo de elaborar durante la conquista española en México, ya que los españoles rechazaron ese ritual e iniciaron la elaboración del pan de trigo, con forma de corazón, bañándolo de azúcar y pitándolo de rojo, era una forma pintoresca hacia la muerte además de que se comían el pan.
4. Cempasúchil, la flor de los muertos
Conocida sobre todo por ser uno de los adornos más populares en las tumbas y ofrendas de Día de Muertos, la “flor de veinte pétalos” (por sus raíces en lengua náhuatl cempoal-xochitl, veinte-flor) sólo florece después de la época de lluvias.
De color amarillo intenso, el tallo de la cempasúchil puede llegar a medir hasta un metro de altura, mientras que sus botones pueden alcanzar los cinco centímetros de diámetro. Por ello los mexicas, durante la época prehispánica, la eligieron para tupir con cientos de ejemplares los altares, ofrendas y entierros dedicados a sus muertos.
5. Calaveras, en peligro de extinción
Una de las tradiciones mexicanas en peligro de extinción son las “calaveras”, antiguamente llamadas “panteones”.
Las calaveras son como un epitafio-epigrama lacónico, dice el zamorano Eduardo del Río “Rius”, y están escritas en forma de verso dedicado a los amigos, familiares o conocidos sólo en Día de Muertos. Una de sus características es que constituye una oportunidad para expresar lo que se piensa acerca del otro, de espacios, funciones o cosas, de un régimen del pasado y del presente. No es fácil decir lo que uno piensa de los demás, por eso las calaveras constituyen una forma de literatura valiente.
Esta forma de escritura se desarrolló desde el siglo XIX. Al cobrar fuerza en el siglo pasado, las calaveras comenzaron a ser censuradas por los gobiernos en turno debido a que una gran cantidad sirvió como crítica a los funcionarios, pues en ellas se manifestaba la inconformidad que imperaba entre los gobernados. La policía llegó a confiscar o destruir muchas de éstas, por eso no es fácil encontrarlas en las hemerotecas.
Uno más… 6. Patrimonio de la humanidad
En el año 2003, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) declaró esta festividad como “Obra maestra del patrimonio cultural de la humanidad” ya que representa uno de los ejemplos más relevantes del patrimonio vivo de México y del mundo, y es también una de las expresiones culturales más antiguas y de mayor plenitud de los grupos indígenas que actualmente habitan en nuestro país.
Con información de México Desconocido.